Llevaba mucho tiempo queriendo hacer una ruta hasta el Cabo Peñas, y ayer, aprovechando este octubre casi veraniego que estamos teniendo, era el día ideal para hacerlo, en una ruta de 115kms y unos 1500m de desnivel, eso sin tener ningún puerto importante en el camino, pero un terreno pestoso sin un metro llano.


Salgo de Oviedo rumbo a Gijón por el típico recorrido Berrón - La Madera a ritmo tranquilo. Bajando de La Madera hacia Gijón me cruzo con Hugo que había quedado de ir a mi encuentro y ya tomamos rumbo hacia la bonita villa marinera Candás.


De Candás seguimos hacia Luanco por un terreno de constante sube baja y un motón de rampas cercanas al 10%, que no son muy largas, pero que van castigando las piernas poco a poco.


Llegando al Cabo Peñas nos encontramos con los restos de la mina de hierro de Llumeres.


Tras otro repecho duro, ya solo nos queda rodar unos pocos kms en un paisaje precioso de praderas y maizales hasta alcanzar el Cabo Peñas y su faro.




Las vistas al oeste son espectaculares, se puede ver casi toda la costa occidental y hasta los Picos de Europa.


Y hacia el este se puede ver la Isla de Deva, la desembocadura del Nalón...


Para volver a casa decidimos ir por Avilés, con varios repechos duros por el camino y el pinchazo de rigor, jaja.
Allí seguimos hacia La Miranda, en su cima nos separamos y hacia casa pitando que se está haciendo de noche.

Ruta preciosa y 100% recomendable, ideal para esta época y en la que se puede disfrutar de paisajes extraordinarios. Como siempre un placer compartir ruta con Hugo.
Tras la quedada APM del sábado, David y yo decidimos aprovechar el viaje, y el domingo hacer una ruta por la comarca de Pinares, entre Burgos y Soria, para zurronear cuatro CIMAs: Lagunas de Neila, Castroviejo, Cabeza Alta y Cargadero.
En total 100kms y 2000m de desnivel.


Desde Burgos nos desplazamos hasta Quintanar de la Sierra, punto de partida de la ruta, y también de la primera dificultad del día, la mítica ascensión a las Lagunas de Neila, subida clásica de la Vuelta a Burgos y a donde llegó en 1998 la Vuelta a España, siendo uno de los puntos álgidos de la polémica que hubo en aquella edición entre el Chaba y Olano.
Los primero kilómetros son cómodos, llano, algún tobogán y falso llano.


Poco a poco vamos adentrándonos en el pinar, característica principal del día, ya que toda la zona está plagada de pinos, 500000 hectáreas en total.




Llegando al Alto del Collado, la pendiente aumenta un poco más, sobre el 5-6%, con alguna rampa algo más dura, que sirven de calentamiento perfecto para lo que vamos a tener a continuación.


Llegamos al Collado y allí nos desviamos hacia las Lagunas, a partir de aquí quedan 4kms terribles a más del 11% de media y rampas sostenidas por encima del 15%.



El asfalto empeora bastante, es botoso y con algo de gravilla. Además está húmedo por lo que se hace difícil ponerse de pie, y más después del derrapaje del día anterior en La Lora, jajaja.


La subida atraviesa un pinar precioso, el problema es que no se ve por donde va la carretera y es desasosegante dar una curva y encontrarte cada vez un rampón peor que el anterior, jaja.


Aun así, siempre quedan fuerzas para posturear, aunque en este caso es mitad postureo, mitad "aprieta que no subes", jajaja.



Tras 3 kms durísimos, llegamos a la barrera donde comienza el último km de la subida, el más duro. Pero el asfalto aquí es perfecto y está seco, por lo que se me hace más cómodo que los anteriores kms.



Lagunas de Neila al zurrón. Duro, trazado bonito y entorno espectacular. Para mi podría ser perfectamente el Pata Negra castellano leonés, muy por encima del Morredero.


Una vez conquistado, ya solo queda disfrutar de las vistas.








Para ir visitando las diferentes lagunas, andamos un rato por sterrato, jaja.


Decidimos bajar hacia Quintanar de la Sierra por otra vertiente, también espectacular, y atravesando un pinar precioso, algo que sería una constante durante todo el día.


Tras tomar un café para volver a entrar en calor ya que en las Lagunas hacia un frío brutal, nos dirigimos hacia la provincia de Soria, por donde transcurrirá el resto de la ruta.


Llegamos a Duruelo de la Sierra donde nos desviamos hacia el segundo objetivo del día, Castroviejo, en pleno nacimiento del Duero.
Nada más comenzar nos encontramos con este recta enorme de casi 2kms que se hace bastante pestosa.


Después las pendientes se estabilizan sobre el 5-6% y se atraviesa de nuevo un pinar. La subida se hace monótona ya que es bastante rectilínea, exceptuando los últimos 2 kms, que son bastante revirados y muy entretenidos.



Sin mayor dificultad coronamos Castroviejo.



Y en la cima nos encontramos un espectacular paisaje granítico que recuerda a la Ciudad Encantada.



Bajamos de nuevo a Duruelo y de ahí nos dirigimos hacia Cabeza Alta, el cima más soso del día. Corto y sin grandes pendientes, el pinar no deja ver el valle, así que quitando un par de herraduras, se hace bastante aburrido. Muy justo para ser CIMA.





En la cima se podía continuar por una pista de tierra de unos 2kms hasta un mirador, David decide subir, pero yo me quedo allí viendo el estado de la pista.



Bajamos por la otra vertiente, con más pendiente, vistas y un trazado bonito, parecía más interesante que la vertiente por la que subimos.
Tras el descenso nos juntamos con Luis, que estaba esperándonos para acompañarnos en el último tramo de la ruta. Nos hace de perfecto anfitrión y nos va contando un montón da datos y curiosidades sobre la zona.



Afrontamos ya la última subida del día, el Cargadero, otro clásico de la Vuelta a Burgos. En este tenemos alguna rampa por encima del doble dígito, herraduras y dos collados a superar. No es muy duro, pero si que es un puerto muy bonito y entretenido de subir.




Foto de grupo en el Cargadero, cuarto CIMA del día.


Nos despedimos de Luis, un verdadero placer y a ver si la próxima vez podemos compartir más kms, y ya solo nos queda bajar de nuevo hasta Quintanar de la Sierra para finalizar un fin de semana espectacular.
Un placer conocer tanta gente nueva y unas zonas espectaculares para rodar, lo único malo del fin de semana fue aguantar a David, menudo fin de semana me diste, charrán!!!! jajaja.