Ayer tocaba probar el motor en un puerto grande, para ver si todavía me da tiempo a hacer rutas grandes este verano. Y la prueba tenía un escenario terrible, el durísimo San Lorenzo, con el añadido de Las Cruces para volver a casa, para hacer un total de 152kms y 2500m de desnivel.


Salgo de Oviedo con Pablo, y pese a que la temperatura es fresca se ve que el día va a estar perfecto para andar en bici.
Remontamos en valle del Trubia con calma y en Caranga nos juntamos con Estrada, que ha venido por la Cobertoria para ir calentando las piernas, jaja.


Seguimos remontando el valle, ya rumbo a Teverga, y cuanto más avanzamos más bonito se hace el valle hasta llegar a San Martín, donde paramos a tomar el ya mítico café romántico.


Y arrancamos la subida a San Lorenzo, voy con nervios ya que no sé como responderán las piernas en un puerto así después de tanto tiempo. La subida va de menos a más, así que sirve para ir metiéndose poco a poco en acción y las sensaciones son muy buenas. Entre charlas pasan los primeros kms de ascensión y llegamos a Villanueva, donde comienza la zona dura del puerto.


A partir de aquí 5,5kms al 11% sin apenas descansos, grandes rectas, carretera ancha... toca sufrir y regular lo más que se pueda.


Ya había subido otras tres veces San Lorenzo y las tres veces lo acabé pasando fatal al final, así que trato de regular pese a que las piernas me vayan respondiendo a la perfección.


Y llegamos a la braña de Tuiza. Su curva de herradura a izquierdas marca el comienzo del km más duro de la subida, al 12,5% de media con rampas del 15%.


Pero hoy las sensaciones son muy buenas, y sin demasiados apuros supero ese km y ya vemos la cima.


El último km me pasa volando, por fin he conseguido subir San Lorenzo con relativa soltura y las últimas herraduras son para disfrutar de la subida y las vistazas que tenemos de la zona de Maravio, la Sobia y las Ubiñas.



Foto de rigor en el cartel y a bajar hacia Somiedo.


Tras llegar a Somiedo, descendemos por el valle, por terreno muy cómodo hasta Belmonte donde nos avituallamos.
Salimos de Belmonte y tras un par de kms por la general nos desviamos rumbo a Las Cruces, subida corta, pero con varios kms por encima del 10%, desde el principio ya hay que apretar.


Rápidamente ganamos altura y da bastante vértigo asomarse al barranco.


Al haber ganado altura, las vistas que tenemos de Las Estacas son fabulosas.


Las Cruces es un puerto muy interesante, con rampas duras, buenas vistas y un trazado que hace la subida muy entretenida pese a su dureza.


Y tras un par de kms finales más suaves coronamos Las Cruces sin mayor dificultad.


Bajamos hacia Grado, por un valle precioso y aprovechamos para hacer una visita a David en su refugio, jaja.


Tras llegar a Grado, salimos rumbo a Oviedo por la general con una actitud alejada del cicloturismo y subiendo todos los repechos en plato hasta que al final acaba reinando la cordura, jajaja.
En Trubia seguimos hacia Soto de Ribera, donde nos despedimos de Estrada y Pablo y yo volvemos a Oviedo por el Condado.


Al final he llegado a Oviedo cansado, pero con sensaciones muy buenas durante toda la ruta y con el horizonte lleno de rutas, jeje.

Como siempre un placer compartir pedaladas con Estrada y Pablo
Tras un nuevo parón debido a una lesión, toca volver otra vez a la acción, y después de unos días de rodaje, con ascensiones cortas y cómodas como la Gargantada o San Tirso, hoy tocaba hacer algo de fondo y superar de nuevo los 100kms.

La ruta fue sencilla. De Oviedo a Infiesto, Villaviciosa, de ahí a Gijón por la costa, y vuelta a Oviedo por La Madera. 135kms y unos 1500m de desnivel.


Salgo de Oviedo rumbo al Berrón, donde he quedado con Hugo y Diego, y una vez juntos, seguimos hacia Nava por la general, soprendentemente vacía de cicloturistas, y es que se disputaba la Clásica de Los Lagos.
Llegando a Infiesto, decidimos desviarnos por Ceceda, para evitar unos kms de general. Eso si, tenemos que superar un par de repechos, con alguna punta del 11%.



Tras llegar a la carretera la La Encrucijada, seguimos rumbo a Villaviciosa, con unos kms de subida muy ligera y luego ya todo terreno de bajada. Una vez en la Villa toca avituallarse, jeje.


De Villaviciosa nos dirigimos hacia Tazones, bordeando la preciosa ría y con vistazas de la playa de Rodiles.


Una vez que llegamos a Tazones, hay que subir hasta la Venta de las Ranas y después seguir por la costa hasta Gijón, por terreno pestoso, continuo sube-baja y con bastante tráfico.


Tras llegar a Gijón, dejamos a Hugo y Diego y yo encaramos la última subida del día, el alto de la Madera, con una actitud totalmente alejada del cicloturismo, jajaja.

De allí a casa ya solo quedan unos kms de terreno cómodo. Las sensaciones de la ruta son inmejorables, así que la próxima semana ya tocará hacer alguna ruta con algún puerto importante, jeje.

Como siempre un placer compartir pedaladas con Hugo y Diego.