Este sábado me acerqué hasta una de las subidas más bonitas y menos conocidas de Asturias, el Pico Aguión, visitar el burucartel homenaje a Rafaxixón y disfrutar de las vistas, que la anterior vez que subí se me metió la niebla.
En total fueron 140kms de ruta, con unos 2200m de desnivel y la subida a El Otero en el regreso a Oviedo.


Salgo de Oviedo un poco mas tarde de lo esperado ya que cuando estoy bajando en el ascensor, veo que la cubierta delantera esta ligeramente deformada, así que tengo que volver a subir y poner una nueva.
Después del momento avería, comienzo la ruta. Los primeros 40kms son bastante cómodos, toboganes y algún repecho sin mayor dificultad, que con el aire soplando a favor se hacen sin problemas. 
Llego a Pravia y me desvío hacia Mallecina, pasando por al lado del recinto polideportivo de Agones, donde se celebraba el Derrame Rock, grandes recuerdos...


Ahora tengo por delante unos kms de valle muy cómodos y más con el viento soplando a favor, así que me los meriendo en un periquete.


Por fin comienzo la ascensión al Aguión. Los primeros kms son los más complicados, con una media que ronda el 7-8% aunque sin grandes rampas, así que con paciencia y el viento a favor los subo sin mayor problema.



Tras los primeros kms más duros, la subida se abre, la pendiente disminuye y las vistas del Aguión, La Cerezal y la Sierra del Viento son magníficas.



Llego a Mallecina, donde me desviaré hacia el Aguión, con unas vistas de la zona central de Asturias espectaculares.



En Mallecina hay que volver a desviarse, pero me confundo y la carretera no me da buenas sensaciones, así que aprovechó la tecnología y consulto en el GPS del móvil si voy bien, veo que no y que debo volver a Mallecina de nuevo. La última vez que pasé por aquí también tuve problemas en los cruces debido a la niebla y tuve que orientarme a lo Bear Grylls, jajaja.
Una vez en la carretera que sube al Aguión tengo un par de kms bastante duros, pero después baja la pendiente bastante alternando rampas y descansillos.




Llego a Las Gallinas y me desvío de nuevo hacia el parque eólico. Los molinos están a pleno rendimiento e impresiona pasar por debajo de ellos.


En estos kms finales, las vistas de la vertiente de Buscabrero son espectaculares. Esta vertiente de Pravia es guapa, pero la de Buscabrero es mucho más bonita.
La sensación de soledad es tremenda, y en una zona arbolada que se atraviesa se me cruza por delante un cervatillo.


Llego al último km, más del 11% de media y el asfalto desaparece poco a poco para acabar convirtiéndose en sterrato, aun así está mejor que la otra vez que subí ya que han rellenado los baches con tierra y la han compactado, por lo que consigo coronar sin bajarme de la bici e incluso puedo disfrutar de las vistas cuando los pedruscos de la carretera, el fortísimo viento y la pendiente me lo permiten.




Corono el Aguión, junto al radar meteorológico me espera el Burucartel.






La otra vez que subí estaba cerradísima la niebla. Hoy puedo disfrutar de unas vistas brutales.






Bajo a Salas por Las Gallinas y La Espina y continuo hasta Cornellana, donde afrontare la subida a La Mortera, que por esta vertiente solo conozco en parte.
Es una subida muy cómoda, con alguna rampuca en la zona final, trazado bonito, sin tráfico y buenas vistas tanto en la subida como en la bajada. Me gusto mucho, desde luego es mucho mejor que ir por Cabruñana, que es una subida muy pestosa.






Una vez que llego a Grado solo me quedaba volver a Oviedo por la general, terreno rompepiernas que se hace muy duro si se va sin fuerzas, pero he guardado mucho en las subidas, así que las sensaciones son magníficas y me pasan los kms volando.
Llego a Oviedo muy contento, y como siempre, pensando en futuras rutas, vienen meses muy buenos...
Aprovechando la visita de Joseba a tierras asturianas, el viernes pasado nos acercamos a los Lagos de Covadonga, una de las subidas más bellas y duras de Asturias, y que siempre merece la pena visitar.
Completamos la ruta con las subidas al Fito y El Torno, para un total de 120kms y 2800m de desnivel.


Salimos de Ribadesella David, Estrada, Javi, Joseba y yo. La temperatura es fresca pero agradable, y pese a que está metida la niebla y amenaza con ponerse a orbayar, parece que no va a ser así.


Tras unos kms de terreno rompepiernas por la general, nos desviamos hacia el Fito para comenzar a subir por una carretera que no es la habitual y que nos va a dejar justo en el comienzo de la zona dura de la ascensión.
La niebla aparece y desaparece y de vez en cuando podemos ver la costa.


Nos esperan 4kms con una media cercana al 10%, sin grandes rampas, pero sin descansos, y que se van a hacer bastante duros.


Pelotón reagrupado, jojojo.


Nos acercamos a la cima, las sensaciones que tengo no son nada buenas y se me está haciendo bastante largo.



Coronamos, la pena es que no podamos disfrutar de las vistas por culpa de la niebla, pero sin ella Asturias no sería como es.


Comenzamos la bajada y al poco nos desviamos para investigar otra vertiente de la subida, buenas rampas y unas vistas magníficas una vez que hemos salido de la niebla.


Llegamos a Arriondas y tenemos unos kms bastante incómodos hasta Cangas de Onís, ya que esa general soporta bastante tráfico.



Llegamos a Covadonga y nos despedimos de David y Estrada, ya que tienen que irse ya, como siempre un placer.
Joseba, Javi y yo atacamos la subida. Los primeros kms son los más pestosos, 6kms al 10% de media y metidos en el bosque. Siempre se hacen muy largos, pero entre charlas pasan volando y cuando nos damos cuenta ya estamos en la Huesera.



Como la primera vez que subí a Los Lagos lo pase fatal en al Huesera, ahora me la tomo como un reto y me gusta apretar "algo" en ella, y pese a lo dura que es la paso bastante bien.



Tras superar la Huesera, la pendiente baja un poco y se puede disfrutar de las vistas del durísimo tramo.




Tras alguna rampa dura más, llegamos al Mirador de la reina, a partir de allí rodamos por una de las zonas más espectaculares que se pueden hacer en bici.








Y por fin llegamos al Lago Enol, espectacular. Las sensaciones de la subida han sido muy buenas y he tardado 6 minutos menos que en Diciembre.




Foto de grupo en la cima, nunca me cansaré de subir aquí.


Bajamos tranquilamente hasta Soto, donde paramos a comer un pincho y reemprendemos la marcha hacia Corao, donde comenzamos la última dificultad del día, El Torno, un puerto que no había subido por esta vertiente y que se reveló como un puerto bellísimo, la sorpresa del día.
Los primeros kms hasta la collada Zardón son cómodos, entre praderas y algún rincón bonito. La pena es que la niebla nos impide disfrutar de las vistas de los Picos de Europa.



Tras pasar el primer collado nos metemos en un valle interior, mucho más arbolado y atravesando los típicos túneles de vegetación creados por los árboles.



Llegamos a Igena y nos acercamos al segundo collado, aquí la pendiente aumenta algo, y las piernas ya pesan, pero el entorno hace que la subida sea un verdadero placer.


Justo antes de coronar el segundo collado nos desviamos a la derecha por una carretera sin salida de unos dos kms, pero muy bonita, y que en un día despejado nos dejaría buenas vistas de los Picos, Aun así es un tramos espectacular, con rampas muy duras al principio y unas vistas alucinantes.



Volvemos a la carretera principal y nos dirigimos hacia Riensena, de allí a la cima del Torno quedan unos tres kms, los más duros de la ascensión, por un terreno sin árboles, y que parece de alta montaña pese a estar a 500m de altura y a 5 kms de la costa.







Las vistas de la otra vertiente también son magníficas, con el mar al fondo.


Ya solo nos quedaba bajar a Nueva y desde allí 10kms llanos hasta Ribadesella.
Gran día de cicloturismo, charlas y fotos, disfrutar del entorno y de la magnífica compañía.