El pasado jueves volví a acercarme al Gamoniteiro de nuevo, esta vez por su vertiente más "sencilla", solo 30kms y 1450m de desnivel, jaja. Esta vertiente es la que une la subida a la Cobertoria por Cortes con el Gamoniteiro.
La ruta fue un sube baja desde Bárzana, de nuevo en compañía de Juan y Marcos, y por primera vez con la compañía de Alvaro, que estrenaba la flaca en el coloso quirosano.


Salimos de Bárzana sobre las seis de la tarde y la temperatura es algo fresca, aunque ideal para andar en bici.
Los primeros kms son cómodos, los típicos kms de valle que alternan falso llano y algún repecho, ideales para calentar y posturear un poco, jajaja.




Antes de llegar a Cortes están los dos kms más duros de la ascensión, con una media cercana al 10%, se hacen duros, pero con paciencia se superan sin problema.


Tras pasar Cortes cambiamos de ladera, y ahora la pendiente se estabiliza en torno al 4%, haciendo la subida muy cómoda.



Atravesamos un bosque precioso y después la subida se abre, dejándonos ver parcialmente el valle de Quirós, pese a las nubes.



Tras los ataques pancarteros de rigor, jajaja, coronamos la Cobertoria.



Descendemos hasta el cruce del Gamoniteiro y nos metemos de lleno en la dura ascensión. Hoy tapada por la niebla, impidiéndonos disfrutar de las vistas, pero aun así mostraba una belleza diferente. Esta subida nunca defrauda.



Los kms finales son los más duros, no ofrecen descanso y siempre están por encima del 10-11%, pero hoy las sensaciones son muy buenas.





Coronamos, foto de grupo, gregarios de lujo, jajaja. Como siempre lo mejor de la ruta fue la compañía.
Tener cerca de casa un puerto tan bello como La Cubilla es una suerte, por lo que hay que aprovechar y visitarlo por lo menos una vez al año.
El pasado sábado me acerqué hasta él con la magnífica compañía de Juan y Marcos. La ruta fue sencilla, un sube-baja desde Campomanes, 56kms y 1300m de desnivel que pasaron volando entre charlas y la belleza de un puerto que es una maravilla y con unas pendientes suaves que permiten disfrutar totalmente del entorno.
Hizo un día perfecto, con una temperatura ideal. Poco más hay que comentar que no se haya dicho ya y no se vea en las fotos. Sencillamente espectacular.



















Hace tiempo que me planteaba hacer una ruta que superara con creces los 200kms, y el pasado viernes fue ese día. El objetivo era hacer unos 235-240kms, con la compañía de Javi, que ha decidido hacer esta bendita locura conmigo, pero él sale de Avilés para completar 275kms.
Al final fueron 240 kms y unos 3100m de desnivel, con las subidas a Las Cruces, Somiedo, Túnel de Aralla y Pajares.


Salgo de casa a las 7:20 de la mañana rumbo a Grado donde he quedado con Javi. Primero tengo que atravesar Oviedo, se hace algo incómodo debido al tráfico normal de primera hora de la mañana.
Una vez en la general el tráfico es casi inexistente, pero justo en el tramo entre las rotondas de Santa Marina de Piedramuelle, me meto en el arcén, y según entro recuerdo lo sucio que está, así que decido salir de él cuando oigo: Puummmm!!!!!!!!!! PFFFFFFFFFFF!!!!!!!!!!!
Cáspita!!!, o algo así dije, jajaja, empezamos bien la ruta.


Llego a Grado con media hora de retraso por culpa del pinchazo, siguiendo la nueva moda ciclista, jajaja. Allí me espera Javi y ya nos desviamos hacia Las Cruces. Los primeros kms hasta San Pedro de los Burros son casi llanos y la niebla sigue sobre nosotros, aunque no hace nada de frío, así que cuando salga el sol nos vamos a asar.


Tras coger el desvío hacia Las Cruces, nos metemos de lleno en el bosque, principalmente castaños, por un terreno que alterna falso llano con algún repechín hasta los últimos 6kms, que son los que acumulan más dureza, sobre todo al final con alguna rampa por encima del doble dígito. 
Aquí desaparece el bosque y las vistas son bastante bonitas.




Coronamos Las Cruces y comenzamos el descenso, hay que extremar la precaución ya que la carretera es muy estrecha, muy pendiente y el asfalto está en mal estado. Lo compensan las vistas del valle que son brutales.




Casi al final de la bajada, atravesando un pueblo, tenemos como sorpresa un par de badenes que parecen más una rampa de bmx y que hay que pasar con mucho cuidado, jajaja.

Una vez que llegamos a Belmonte, ya con el sol calentando nuestras cabezas, comenzamos a remontar el valle, son kms muy pestosos, siempre picando hacia arriba, y que con la carretera tan ancha y las grandes rectas se hace muy monótono.


Al llegar a Aguasmestas, el valle y la carretera se estrechan, sigue picando hacia arriba, pero pedalear por esta zona del valle es una gozada.


Llegamos a Pola, el sol ya calienta de lo lindo, así que decidimos hacer una parada rápida para tomar un refrigerio que entra solo.


Comenzamos a subir el puerto de Somiedo, no hay ni una nube, no corre una gota de aire y el calor es abrasador. Por mi mente solo pasa el recuerdo del ultrapajarón que me pillé aquí hace dos años, así que me tomo estos primeros kms, que son los más duros, con mucha calma.


Tras pasar los kms más duros, la pendiente baja un poco, pero entramos en una zona rectilínea que se hace un tanto pesada, y más con el calor que hace.



Poco a poco vamos ganando altura y el puerto va ganando en belleza. El calor es abrasador y los pies me están matando, se me han hinchado, así que paramos un momento para que me afloje los botines un poco y poder llegar a la cima sin problema.




Llegamos a la zona de las revueltas, sencillamente espectacular. Nos entra algo de viento y la temperatura refresca un poco. Esto ya está casi hecho.




Foto rápida de rigor en el cartel del puerto y bajamos hasta Piedrafita de Babia a comer un bocata más que merecido, que todavía no llevamos ni la mitad de la ruta.

Desde Piedrafita de Babia hasta el embalse de Caldas de Luna tenemos unos 35kms de terreno cómodo, con algún repechillo y en el que el viento nos da de costado, pero tampoco molesta demasiado.



Toda esta zona es muy bonita para rodar, y tiene como colofón el puente colgante sobre un embalse lleno, que diferencia con la última vez que pasé por aquí, que estaba casi vacío.



Cruzamos el embalse y nos dirigimos hacia la siguiente dificultad del día, el Túnel de Aralla, o Puerto de las Cubillas, que comparte gran parte de la ascensión con la subida a Aralla.
La subida no tiene mayor dificultad, con la pendiente rondando casi siempre el 5-6%, pero el calor hace dura la subida.


Al fondo vemos la cima de Aralla, pero nosotros nos desviaremos un par de kms antes hacia el Túnel.


A la izquierda de estas preciosas revueltas esta el desvío que debemos de tomar.


Y al fondo ya vemos el túnel que marca el final de la ascensión.



Después de coger el desvío, el asfalto empeora y la pendiente se mantiene en la característica zeta del final de la subida.


Tras coronar cambiamos de valle y las vistas son majestuosas, Las Cubillas se muestran ante nosotros en pleno esplendor.


La bajada a Villamanín tiene truco, ya que antes hay que superar dos pequeños collados, el segundo de ellos, el de la foto, tiene un nombre muy bonito, el Paso del Lobo.


Llegamos a Villamanín y nos desviamos hacia Pajares. Nos esperan 12,5kms de ascensión muy suave, pero el viento frontal nos castiga con dureza, las rectas y el cansancio hacen la subida muy dura.


A mitad de la subida, en Busdongo, decidimos hacer la última parada del día para tomar una cocacola en 5 minutos y comer algo.


En los últimos kms la pendiente aumenta un poco y la niebla amenaza con posarse sobre nosotros, pero la cima ya está al lado y coronamos sin problema.





Desde Pajares quedaban 62kms para llegar a casa, la mayoría por terreno muy cómodo. Hasta Mieres voy bien, con la marcheta, todavía tenía fuerzas en las piernas, pero los últimos 15 kms se me hicieron eternos, sobre todo la ascensión al Caleyo, digna de una película de zombies, jajaja.



Entrar en Oviedo por la senda verde es lo que le da calidad a la ruta, jajaja.


Llegamos a Oviedo, me despido de Javi, que todavía va a seguir hasta Avilés (estás como un toro) y llego a casa con 239,94kms, así que me toca dar una vuelta a la rotonda de al lado de mi casa para completar los 240kms, jajaja.

Gran día de cicloturismo, batiendo mi récord de kms por 35, con más de 11 horas sobre la bici. Pero como siempre, lo mejor de la ruta fue la compañía.