Ayer por la tarde decidimos ir de visita a Ventana, un simple sube baja, no había tiempo para más, pero siempre merece la pena visitar un puerto así de bonito.
Poco antes de las seis de la tarde salimos de Entrago Juan, Marcos y yo rumbo al coloso tevergano. Los primeros kms son sencillos, el perfecto calentamiento para las piernas, y entre charlas pasan volando.



Antes de darnos cuenta llegamos al desfiladero de Cueva Huerta, una verdadera maravilla atravesarlo.




Tras pasar Cueva Huerta, salimos a una garganta donde comienza la segunda parte de la subida, 13kms al 7% bastante constante. El primer km es el más duro con una media que ronda el 8-9%.


Poco antes de Páramo la pendiente nos da un respiro y el valle se abre ante nosotros, con el hayedo ya a la vista.


Por esta zona, el puerto es muy revirado y entretenido de subir. La pendiente tampoco es demasiado dura y permite subir charlando.


Nos metemos de lleno en el hayedo de Montegrande, que luce magnífico en todas las estaciones del año.


A unos 6 kms de coronar vemos por primera vez la cima. Hace mucho calor, pero amenaza con ponerse a llover en cualquier instante, y nos cae ya alguna gota puntual.




En la ladera de enfrente, arriba del todo, podemos ver la pista que une Trobaniello con Ventana.


A unos cuatro kms de la cima nos empieza a llover un poco y la carretera está totalmente mojada. Seguimos metidos de lleno en el bosque y hasta agradecemos la lluvia que nos refresca del bochorno que estábamos soportando.





Llegando a la cima, salimos del bosque y las vistas del valle son espectaculares.


Y coronamos Ventana, un puerto que cada vez me gusta más.


Aprovechamos para echar un vistazo al valle de San Emiliano, la pena es que las Ubiñas está tapadas por la niebla.




Y ya solo quedaba abrigarse y bajar tranquilamente hasta Teverga. Como siempre, un placer compartir pedaladas con Juan y Marcos.
El pasado sábado nos acercamos hasta el oriente asturiano para hacer una ruta que transcurriese por las inmediaciones del alto Sella, por los concejos de Ponga y Amieva, y una incursión en el leones valle de Sajambre.
La ruta fue de 121kms y 2850m de desnivel, con las subidas al Collado Tresiero, Pontón-Panderrueda, Collada Llomena y la Collada Mohandi.


Iniciamos la ruta a media mañana Diego, Gilberto, Pablo y yo. Tras un par de kms de falso llano llegamos al cruce donde comienza el Collado Tresiero. Por esta vertiente es una subida muy cómoda, con alguna rampa dura al principio, pero su pendiente va disminuyendo según avanzan los kms.



Al no tener mayor dificultad y al ser el entorno tan bonito, antes de darnos cuenta hemos coronado. Pero la bajada, empinadísima y llena de herraduras, tiene una encerrona en modo de km al 11% de media con rampas al 18%.


Tras superar la encerrona llegamos a Vega de Cien y tenemos unos kms pesados de general hasta llegar a Puente Vidosa, donde la cascada de Aguasaliu está prácticamente seca.


A partir de ahí entramos de lleno en el desfiladero de los Beyos. Una verdadera maravilla rodar por aquí.


EL comienzo del puerto es muy difuso, poco a poco va incrementándose la pendiente hasta estabilizarse en torno al 6% hasta que llegamos a Oseja de Sajambre.



Salimos de Oseja y nos metemos de lleno en una garganta con unos precipicios brutales.


Nos quedan unos 10 kms hasta la cima del Pontón, en los que se alternan tramos casi llanos con otros de pendiente entre entre el 5-6%. El paisaje ahora es de praderas y bosques, con bonitas vistas del valle que va quedando a nuestros pies.


Llegando a la cima está la Fuente del Infierno, así que aprovechamos para coger agua, que ya llevábamos los botellines secos.


Nos quedaba un km para coronar, así que me descuelgo unos metros para en cuanto vea el cartel del puerto, meter plato y atacar. Pero el plan me sale mal ya que pese a que le di a la maneta con la mayor suavidad posible para que no sonase, los compañeros estaban ya con el cuchillo entre los dientes y no me dio tiempo a ponerme de pie antes de que ya empezasen ellos a sprintar, jajaja.





Comenzamos a bajar para enlazar con Panderrueda y nos cruzamos con Javi, Joseba y Luis que venían desde Unquera por San Glorio y los Pandes. Unos minutos de amena charla y seguimos cada uno nuestra ruta.
El tramo entre el Pontón y Panderrueda, de unos cuatro kms, se me hace bastante largo. Es muy monótono y rectilíneo, con bosque muy tupido y sin vistas hasta que se llega a la cima, donde los Picos de Europa nos recompensan el esfuerzo de subir hasta allí.




Nos abrigamos y bajamos hasta Oseja, donde vamos a parar a comer. Llevo más de una hora con el estómago rugiendo, así que al llegar al pueblo, mientras los compañeros se quedan un momento hablando, yo me tiro de cabeza a asaltar el bar sin esperarles ni nada, jajaja.


Tras el reparador bocadillo, continuamos la bajada hasta llegar a Puente Vidosa de nuevo donde nos desviaremos hacia la Collada Llomena, el durísimo puerto de paso que todavía no ha sido utilizado nunca en competición.
Los primeros kms son a través de una garganta. Alterna rampas sostenidas por encima del 10% con descansos puntuales que dan algo de vidilla. El paisaje es espectacular y pese a la dureza se puede disfrutar un montón de la subida.





Antes de llegar a Viego está la zona más dura de la ascensión, un km a más del 12% de media con rampas hasta del 18%. Pero en esta subida tengo las mejores sensaciones de todo el día y lo supero mucho mejor que la otra vez que subí por aquí.


Una vez superado el pueblo, la pendiente disminuye y se mantiene en torno al 8-9%, y podemos ver todo el valle por el que hemos ido subiendo.




La fase final de la subida atraviesa un bosque, que puntualmente se abre y nos deja ver el pico Pierzu delante nuestro.




Y corono, con los compañeros esperándome pacientemente ya que han subido dándose zapatilla y llevan un buen rato ya en la cima, jajaja.


Bajamos por la otra vertiente, atravesando el precioso Bosque de Peloño, y llegando al valle, de nuevo metidos en otra garganta espectacular.


El terreno es muy cómodo y llegamos en un momento a Sellaño, punto de inicio de la última subida del día, la Collada Mohandi. Aprovechamos para hacer el último avituallamiento del día y alguno se toma un café que debía de llevar EPO, jajaja.
Arrancamos la subida y de nuevo vuelven a soltarse unos hachazos tremendos, jajaja. Por mi parte intento apretar un poco, pero tras dos kms, justo al pasar Cazo hago catacrack, así que hago el resto de la subida en modo supervivencia, con amagos de calambres, pero intentando disfrutar de una de las ascensiones más bonitas de Asturias.
Esta foto está hecha justo en el lugar donde peté, después ya no estaba para muchas alegrías, jajaja.




Ya solo quedaba bajar de nuevo hasta el coche. Una gozada de ruta, por una de las zonas más bonitas de Asturias y con la mejor compañía, aunque vaya mecha más corta que tienen, jajaja.