Después de la reciente visita fallida a la Bobia por su vertiente de Soutelo, el pasado sábado tocaba volver para subirla de una vez. La ruta no tuvo muchos kms, tan solo 98, pero se fue hasta los 2850m de desnivel, con las subidas a Folgueirou, Valdedo, La Bobia y San Luis.


Salimos a media mañana de Boal Chus y yo, el día es soleado, por lo que ya esperamos que hoy el sol nos castigue de lo lindo.


Tras poco más de un km de subida, comenzamos la bajada hacia Puente Doiras, algo mas de 8 kms que nos dejarán al pie de la primera subida del día, el alto de Folgueirou, que es también la primera parte de una de las múltiples vertientes de La Bobia.


Los primeros kms son suaves y poco a poco vamos dejando el embalse de Doiras abajo.


Los dos últimos kms son algo más duros, con pendientes que rondan el 8-9%, pero con las piernas aún frescas coronamos sin mayor dificultad.



Los siguientes kms hasta llegar a San Esteban de los Buitres son los únicos medio llanos de todo el día, y en los que podemos apreciar toda la belleza de esta zona, con el espectacular trazado del embalse justo enfrente de Illano.




Tras pasar San Esteban comenzamos la bajada, con unas vistas que en algún momento son majestuosas, con unas laderas empinadísimas para cerrar valles profundos y angostos.



Y como ocurre siempre en el occidente, finalizamos la bajada, cruzamos un puente, y comenzamos la siguiente subida. Aquí todas las subidas enlazan bien porque simplemente no hay un metro llano.
Ahora tenemos que subir hasta Pesoz, donde nos desviaremos hacia San Martín de Oscos.


Aquí todavía nos reíamos, todavía nos sabíamos la que nos esperaba, jajaja.


Los primeros tres kms de la subida tienen una pendiente cómoda, en torno al 5-6%, y después la pendiente disminuye hasta convertirse en un falso llano hasta llegar a Pesoz.




Tras desviarnos en Pesoz, tenemos algo más de dos kms de bajada hasta afrontar la siguiente ascensión, la subida a Valdedo. Los primeros kms están bastante empozados, por lo que el calor ya nos aprieta bien, esto se une a que la pendiente ronda el 8-9% de media. Las conversaciones ya no son tan fluidas y se empieza a hacer duro el puerto.


Tras un par de kms la pendiente se estabiliza sobre el 7%, pero el calor sigue apretando y aumenta la dureza del puerto. 
Al fondo vemos parte de la subida y el pueblo de San Pedro de Agüeira.



Pasamos San Pedro y la pendiente se estabiliza en torno al 6%. No es un puerto muy duro, pero si que agarra bastante, y entre el calor, el ancho de la carretera, las rectas y que en la altimetría no tenía datos tan duros, se nos está haciendo muy pestoso.



Por lo menos, según vamos ganando altura, las vistas del valle y de la zona del Acebo y de Pedras Apañadas son magníficas.



A todo lo anterior se suma el hambre, así que cuando coronamos Valdedo vemos el cielo abierto, jajaja.


Un par de kms después de coronar Valdedo, llegamos a San Martín de Oscos, donde paramos a comer un reparador y más que merecido bocadillo.



Con el estómago lleno volvemos a la ruta y nos desviamos hacia Louejdo. Tenemos que afrontar un par de repechos antes de comenzar la bajada hacia Soutelo.


La bajada de Loujedo a Soutelo es tremenda, entre la pendiente y que no hay ni un solo ruido... la sensación es impagable. Una vez que llegamos a Soutelo, Chus observa el comienzo del morlaco, y a por él vamos!!!


Primeras rampas y la pendiente ya se va al 12-13-14-15% hasta llegar a la primera herradura, después baja al 11% y se mantiene bastante constante hasta llegar al desvío de Arbeyales.
A partir de allí la subida va a tirones y es muy rectilínea. Hace dos semanas las sensaciones en la subida eran inmejorables, temperatura fresca y una agradable brisa para refrescarnos, pero hoy el calor es agobiante, no corre una gota de aire y el sol entra a fuego por el valle.
Cuando me pongo de pie y me agarro a las manetas del freno, la goma me quema las manos. La subida se me está haciendo muy dura así que toca mentalizarse de que hoy es un día en el que voy a sufrir mucho.



Intento ir cada vez más despacio para guardar algo de fuerzas para la durísima rampa de hormigón, pero no hay manera, por lo que por lo menos intento distraerme con el precioso paisaje que nos ofrece la subida.



Llego a la rampa de hormigón y paso las de Caín para subirla, mucho peor que el otro día. Voy muy ahogado, así que haciendo eses la paso como puedo y continuo sabiendo que despúes la pendiente baja a un "humano" 11%, jajaja. Un km así y llego al descanso, jajaja.
Por fin en el descanso, pero no hay manera de recuperar el aliento, sigo muy ahogado y la visión del último km no me da ánimos precisamente, jajaja.


Afronto el último km con la seguridad de que voy a tener que echar pie a tierra, así que hasta donde llegue. Las primeras rampas me matan, así que me pongo a hacer eses de lado a lado de la carretera y como puedo para arriba. Además ahora sopla un viento frontal bastante fuerte, jajaja.
Sorprendentemente acabo cogiendo el ritmo e incluso me permito el lujo de sprintar en los últimos 100m del km duro final. De aquí a la cima hay unos dos kms, pero la pendiente es muy cómoda, y las vistas de toda la zona occidental son de las que merecen la pena pararse un rato para disfrutarlas con calma.





Y por fin corono la Bobia, lo que costo, jajaja. Al poco aparece Chus que también ha sufrido mucho y está impresionado tanto por la dureza del puerto, como por la dureza de la zona. 
Foto de rigor y para abajo.


Decidimos bajar por la vertiente de Doiras, que enlza con el alto de Folgueirou que subimos al principio de la ruta. Para mí esta es la vertiente más bonita, con praderas, herraduras y unas vistas del embalse bestiales.






Tras unos 18kms de bajada, llegamos a Puente Doiras y afrontamos la última ascensión del día, la subida a San Luis, 8kms al 4%, no tiene mucha dificultad, pero a estas alturas siempre hace daño.
El enlazado Bobia por Soutelo - San Luis guarda gran parecido al mítico enlazado Mortirolo - Aprica, con una subida tendida para hacer daño tras una subida extrema.


La temperatura ha bajado algo y ayuda a hacer más llevadera la subida, pero los dos kms finales se nos hacen bastante duros, aunque saber que ya estábamos al lado de Boal ayuda bastante.


2850m de desnivel en tan solo 98kms, esto es el occidente asturiano. Como siempre un placer compartir pedaladas con Chus.