Última salida del año, visita express al Naranco, para cerrar un 2014 cicloturista que ha sido el año en el que más he disfrutado de la bici. En los próximos días publicaré la ya típica entrada resumen de todos los años, mientras tanto dejo unas fotos en las que se pueden ver parte de las virtudes que hacen al Naranco una subida tan especial.

Los monumentos prerrománicos patrimonio de la humanidad.



Las maravillosas vistas de los Picos de Europa y el Aramo.




Llegando a la cima se puede ver el mar y parte de la costa.





Y la placa homenaje al mejor escalador de todos los tiempos.


No se puede cerrar un año en mejor sitio. El 2015 será muy diferente, pero espero seguir disfrutando lo mismo de la bici.
Hoy recupero una crónica que me había quedado a medias, y que hoy por fin puedo completar casi tres meses después, jaja. Dos días de cicloturismo aunando lo mejor de Asturias, la unión del mar y la montaña.
El primer día el puerto estrella fue las Peñas del Viento, con la ascensión a dos de sus vertientes, la de Peñas del Viento por Rondiella y la de Peñas del Viento por Argatón.


Salimos de San Martín de Luiña a las 10 de la mañana Carlos, Chus y yo. El plan inicial es subir La Cerezal, pero Carlos va algo justo de tiempo, así que decidimos subir a las Peñas del Viento por Rondiella tras unos kilómetros de calentamiento.
Esta vertiente es muy explosiva y aúna rampas sostenidas cercanas al 20% con descansos largos que permiten recuperar.
No tengo fotos de la subida, pero en breve volveré y haré bastantes fotos, porque la subida lo merece. Ls vistas de la costa desde la zona alta son sencillamente espectaculares.






Bajamos a San Martín, donde nos despedimos de Carlos que tiene que marchar, y Chus y yo decidimos subir de nuevo, pero esta vez por la vertiente de Argatón, para mí, la subida cercana a la costa más bonita de Asturias, muy por encima del Fito. Rampas muy constantes entre el 8-10% y unas vistas de la costa espectaculares.




Coronamos y como siempre pensamos sobre los motivos por los qué están estas subidas tan desaprovechadas para el ciclismo profesional.
Como siempre es un placer compartir pedaladas con Chus.




Al día siguiente, me acerqué hasta Quirós y Teverga a hacer varias subidas a pueblo que tenía pendientes, entre ellas Bermiego, Tene y Taja.


A media mañana, para evitar el frío que ya hace a primera hora de la mañana, salgo de Caranga de Arriba dirección Bermiego. Los primeros kilómetros remontando el valle me sirven para calentar hasta que llego al cruce y comienzo la subida al bello pueblo quirosano.



La subida es bastante dura, con rampas por encima del 10% con alguna zona más cómoda, y un montón de herraduras que nos permiten disfrutar del precioso valle de Quirós.


Llegando al pueblo la pendiente aumenta y se acerca al 10% más constante. A esta hora ya hace bastante calor y mucha humedad, estoy sudando mucho y se me está haciendo dura la subida.


Y corono con una sudada de las que hacen época.


Bajada rápida al valle, y tras dos kilómetros de general llego al cruce de la subida a Tene. La subida no tiene mucha historia ni es muy bonita, un par de kms bastante duros al final, pero sin grandes vistas ni un trazado bonito. Me gusto mucho más Bermiego que Tene.







Y con la grandísima sudada bajo hasta Caranga y comienzo a remontar el valle de Teverga para llegar a Entrago y  afrontar la subida a Taja.
El valle de Teverga es precioso y está lleno de rincones espectaculares, pero de tanto sudar me he debido de deshidratar y voy perdiendo ritmo a cada pedalada, no tengo casi fuerza en las piernas y llego a Entrago muy tocado.



En Entrago me desvío hacia Taja, pero tras dos kms decido darme la vuelta, ya que no estoy disfrutando nada y voy muy tostado. Queda pendiente la subida para otra día en el que pueda disfrutarla como se merece.
El Escamplero es una subida situada en el concejo de Las Regueras y que tiene múltiples vertientes. La más conocida de ellas es la de San Pedro de Nora, más larga y tendida que la vertiente que hoy vamos a ver, la de Puente Gallegos.
Esta subida, que no deja de ser una pequeña cota no puntuable parecida a las que suben en la Lieja - Bastogne - Lieja, son únicamente 1,8kms de ascensión, pero con una media del 8,2% y rampas que superan el 10% en varias ocasiones.


La subida comienza en este puente de la carretera AS-232 sobre el río Nora, donde entramos en la localidad de Gallegos y en el concejo de Las Regueras.


La subida comienza fuerte y la primera rampa alcanza el 10%.


Pero tras esa rampa la pendiente va bajando paulatinamente hasta llegar al 5-6%.


Al final de la recta la pendiente volverá a llegar al 10%.


De nuevo la pendiente volverá a disminuir, y tendremos rampas al 7-8%.



Aunque al fondo vuelve a haber una zona dura, con una curva con pendientes del 12% sostenidas.


Último descansillo en forma de falso llano, y que vendrá de maravilla antes de afrontar el último medio km de subida, a más del 10% de media.


A la derecha se puede ver el final de la subida.


La pendiente se va incrementando progresivamente hasta llegar a la curva de derechas del fondo, donde alcanza el 12-13% siendo la zona más dura de la subida.



Los últimos 200m mantienen la pendiente en un 10% constante hasta coronar.




Después de un largo parón, y un periodo de muy poca bici, hay que volver poco a poco a la actividad. Ahora dispondré de mucho menos tiempo para la bici, pero mi objetivo será seguir disfrutando, aunque las rutas sean mucho menos duras que las de antes.
Este miércoles hice una ruta por la zona de Cudillero y Valdés en compañía de Javi, con las subidas a Mones y La Cerezal incluidas, para un total de 63 kms y 1600m de desnivel.


Salimos de San Martín de Luiña a las 11 de la mañana, con algo de retraso, bueno, el habitual, jaja, y nos dirigimos por la antigua nacional de la costa hacia Cadavedo.
Este tramo de general es bastante monótono y sin muchas vistas, y también es bastante pestoso, con constantes subidas y bajadas, que aunque no sean duras, van castigando las piernas.





Así que aprovechamos para posturear un poco, y entre eso y que vamos charlando, los kilómetros van pasando.





Pese a ir pegados a la costa, la carretera va empozada y solo nos permite ver el mar en momentos puntuales, además por momentos se nos mete la niebla y el orbayo con un fuerte viento frontal.




Al llegar a Cadavedo nos desviamos por una pequeña y ligera subida que nos llevara hasta Trevías por una carretera en perfecto estado y con vistas bonitas del valle.





De Trevías nos desviamos hacia Brieves donde nos desviaremos hacia la subida a Mones, subida larga pero muy tendida y dividida en dos partes.


En la primera parte de la subida cruzamos por unas praderías que lucen magníficas tras las abundantes lluvias de los últimos días.



En la segunda parte de la subida, el valle se cierra y la pendiente aumenta ligeramente, con un par de herraduras para ganar altura.




Coronamos Mones y podemos contemplar el valle del río Llantero.



Bajamos 3-4 kms y llegamos a Arcallana, donde nos desviamos rumbo a La Cerezal.



Tras un kilómetro de bajada, llegamos al puente que marca el inicio de la subida. Desde el primer metro es muy dura, con rampas constantes por encima del doble dígito. Además el suelo está mojado y muy sucio, por lo que no es recomendable ponerse de pie.






Comienzo bien, pero poco a poco voy perdiendo ritmo, y tras unos 3kms de ascensión voy totalmente parado. Estoy notando la inactividad y el catarro, y pese a no ir muy ahogado y poder hablar, me duelen las piernas una barbaridad, como si estuviera subiendo el Angliru, jajaja, y la velocidad va bajando alarmantemente hasta los 5kms/h



Llegamos a Lendepeña y veo que llevo la rueda trasera pinchada y que además la cubierta esta gastada. Reparamos el pinchazo y seguimos poco a poco.
La lluvia que nos había acompañado en la subida cesa, y nos permite disfrutar de las vistas de la zona alta.











Enlazamos La Cerezal con las Peñas del Viento, y justo al llegar al cruce de la vertiente de Rondiella, veo que he pinchado de nuevo. Como solo quedaba bajar al coche, decidimos que vaya Javi a buscar el coche y que le espere arriba.





Y disfrutando de las vistas y de una temperatura y viento de lo más "agradable", jaja, doy por finiquitada la ruta con un rendimiento deportivo lamentable, pero un magnífico día de cicloturismo.

Como siempre un placer compartir pedaladas con Javi.