Ayer llegó la Vuelta a España a los Lagos de Covadonga, por lo que decidí acercarme a ver la ronda española hasta el Fito, y de paso disfrutar de esta bella subida costera.
Me acerqué hasta Colunga en coche y así pude ver a los ciclistas en el paso por esta localidad. Primero los escapados, con Gesink y Rolland como corredores más destacados.


Y poco después el grueso del pelotón.


La subida a Villarquille, en el concejo de Grandas de Salime, es una dura ascensión prácticamente desconocida. Se haya situada en la carretera que une Cereijeria con San Martín de Oscos. Otra más de los infinitos puertos que ofrece el occidente asturiano, esta vez una subida explosiva.
Se trata de una buena encerrona, ya que en sus 4,9kms de longitud tiene una media de casi el 10%, y eso que tiene un amplio descanso a la mitad y de un final muy tendido. Pero cuando la carretera se inclina siempre supera el 10% y se acerca incluso al 20%.


Tras un mes en el que apenas pude tocar la bici, toca volver a las grandes rutas poco a poco. De nuevo la zona elegida para rodar fue el occidente asturiano.
La ruta tenía como punto de partida y final Vegadeo, con las subidas a Sela de Fabal, Penallos, Ouroso y La Bobia por Penzol. 2900m de desnivel en tan solo 106kms.