Por las cuencas mineras - 20 de Marzo de 2017

Las cuencas mineras están comunicadas entre si por un montón de subidas diferentes. Ninguna de ellas es un puerto de gran categoría, pero si hay numerosos puertos de media montaña y encerronas por las que se puede hacer una ruta bonita y dura.
El pasado lunes hicimos una de estas rutas con las subidas a la Gargantada, Campa San Juan, Faya de los llobos y la Colladona, para un total de 121kms y 1750m de desnivel.





Salimos de Oviedo Roberto y yo con una temperatura bastante fresca. En el Berrón nos juntamos con Luis, José, Mario y Daniel para atacar directamente la subida a la Gargantada. La subida es suave y la afrontamos a un ritmo cómodo que permite ir calentando las piernas.


Bajamos hacia Langreo y allí nos juntamos con Estrada. Ya está la grupeta al completo.
Remontamos el valle del Nalón hasta el Entrego y allí nos desviamos hacia la Campa de San Juan. Esta vertiente no la he hecho nunca y me sorprende agradablemente. Por un valle cerrado se va ganando altura muy lentamente a base de falsos llanos y algún repecho puntual.



Pero en los 2,5kms finales la subida cambia radicalmente y se convierte en la típica encerrona de las cuencas mineras. Hasta la cima la pendiente no va a bajar del 9% y además se superará de vez en cuando el doble dígito.




Coronamos la Campa San Juan y bajamos hasta la carretera de la Faya de los llobos. La carretera va a dar a  la mitad de la subida más o menos, por lo que nos restan unos 3kms al 6% de media aproximadamente.


Coronamos la Faya sin mayor dificultad y bajamos hacia Laviana en busca del merecido café, que además no ha acabado de salir el sol y apetece meter algo caliente en el cuerpo.
Con las fuerzas repuestas comenzamos a subir la Colladona. Los primeros 5kms son muy suaves, apenas un falso llano. Después la pendiente se estabiliza en torno al 6% durante unos 7kms.


El puerto es precioso, con un trazado muy bonito. La pena es que la niebla afea un poco la subida y tapa Peña Mea, que siempre deja bonitas estampas durante la subida.



La cima aparece entra la niebla. Por lo menos está despejada y no orbayará allí arriba.






Coronamos la Colladona, y pese a la niebla, siempre merece la pena visitar este puerto.
De aquí a Oviedo tenemos terreno muy cómodo, siempre picando hacia abajo. Lo hacemos a buen ritmo exceptuando un parón por un gato muy amable...


En Soto de Ribera nos desviamos hacia el Condado, así evitamos el tráfico para entrar en Oviedo.


Finalizo al ruta cansado, pero con unas sensaciones excelentes a lo largo del día. Como siempre, un placer compartir pedaladas con este grupo de cracks.




0 comentarios:

Publicar un comentario